Nada es lo que parece (coaching Lleida)
En este post aprenderás:
• Darte cuenta de cómo miras al mundo y lo que te provoca en tus relaciones y resultados
• El poder de los pensamientos en tu vida
• Vídeo para ver que “Nada es lo que parece”
Dime, ¿qué haces cuando empieza un compañero/a nuevo al trabajo, o en tu lugar de ocio (gimnasio, equipo..?. Si eres de aquellos/as que empiezas a observar, a hacerte una idea preconcebida y a comentar con otras personas lo que has “percibido”, lo único que estás haciendo es prejuzgar sin más información que lo que ves, pudiendo tomar decisiones apresuradas y a cometer posibles equivocaciones. Y no me sirve aquello de “es algo natural”.
Juzgar a las personas coarta tu libertad.
Y lo peor de todo, ¿sabes qué te provoca?.
Pues en función de cómo has prejuzgado esa persona estás “alimentando” tu mente de una manera y otra, ya sea de “comida sana”, con buenos pensamientos, o de “comida basura”, con malos pensamientos. Si alimentas tu mente de pensamientos basura, provocas decisiones, acciones y resultados basura.
Además, estás abonando el camino para cuando te relaciones con esa persona, y según los ojos y pensamientos creados, tengas una buena o mala comunicación y posterior relación. Porque las personas, aunque sólo sea por tener razón, siempre buscan la manera de afirmarse en sus pensamientos.
Te invito a que analices cómo actúas, y cambies tus prejuicios por una actitud abierta. Y si realmente quieres conocer aquella persona, pregúntale con una escucha activa (no como interrogatorio) quién es. Te aseguro que los resultados te asombrarán.
Te dejo una fábula para que reflexiones:
Historia de un paquete de galletas.
Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación, le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera.
Mientras ojeaba la revista un joven se sentó a su lado y empezó a leer un diario. Entonces la señora observó como aquel muchacho sin decir una sola palabra estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y empezó a comérselas una a una despreocupadamente. La mujer puso cara de pocos amigos, se molestó, y no quería ser grosera pero tampoco dejar pasar aquella situación, o hacer como que no había pasado.
Así que con un gesto exagerado tomó el paquete y sacó una galleta. La exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola se la puso en la boca y sonrió. A estas alturas la señora ya estaba completamente enojada, así que cogió una nueva galleta y con ostensibles señales de fastidio se la volvió a comer, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.
Aquel diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta, la señora cada vez más irritada y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba una última galleta.
– Desde luego, pensó, no va a ser tan grosero, tan descarado.
Estaba pensando mientras miraba alternativamente al joven y al paquete con una única galleta, cuando con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta y con mucha suavidad la partió exactamente por la mitad; así, con un gesto muy amable, ofreció la mitad de aquella última galleta a la señora, a su compañera de banco.
– “Hombre, gracias”, dijo la mujer, tomando con rudeza aquella mitad.
– “De nada”, contestó el joven, sonriendo suavemente mientras se comía su parte.
Entonces el tren anunció su partida, la señora se levantó furiosa del banco y se marchó en el vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó:
-“Desde luego que insolente, que maleducado, qué seres hay en este mundo, estos jóvenes…”, y todo aquello lo pensaba sin dejar de mirar con resentimiento al joven.
Sintió la boca reseca, por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió el bolso para sacar la botella de agua y cuál no sería su sorpresa cuando encontró, dentro de su bolso, su paquete de galletas… intacto.
Moraleja: Cuántas veces erróneamente prejuzgamos. Cuantas veces tomamos decisiones apresuradas que nos hacen valorar por error a las personas y cometer las peores equivocaciones. Cuantas veces somos tan desconfiados, que hace que prejuzguemos injustamente y sin conocimiento ni datos a personas y situaciones. Cuantas veces no somos capaces de ver más allá.
Te regalo este vídeo de que nunca debes prejuzgar (y porque no un poco de humor y motivación, que siempre viene bien):
¿Te ha gustado el post ” Nada es lo que parece “ ?. Déjame tus comentarios. Me gusta saber tu opinión.
No seas egoísta, compártelo con tus amigos y conocidos, seguro que te lo agradecerán.
No te pierdas la lectura de estos posts:
El secreto para tener una relación de pareja de lujo
Los 3 errores que no DEBES hacer ante un CONFLICTO
La persona más importante del mundo
Y para no perderte ningún post, suscríbete y sígueme en el blog (en la página principal de la WEB encontrarás a tu derecha la opción para suscribirte, y además te llevarás GRATIS un e-book para que consigas de una vez por todas tus OBJETIVOS. ¡A qué esperas!. Aprovecha la oportunidad antes de que deje de regalarlo).
Encontrarás TESTIMONIOS de clientes de Optimitzat ( coaching lleida ) que han dado el paso y ya lo han conseguido, descubre qué dicen de su experiencia con Optimitzat.
¡ Qué tengas una gran semana!!!
PD: No prejuzgues, alimenta tu mente con pensamientos positivos y tendrás mejores resultados.
Ayudo empresas y personas a potenciar sus resultados con las 2 palancas más importantes:
Ventas + Liderazgo (Equipos alto rendimiento motivados)
Cómo: Con un Sistema probado basado en conocimientos + amplia experiencia (gran cantidad de casos de éxito y testimonios avalan).
Soy Mentor&coach profesional certificado por la International Coach Federation (ICF, nº de socio 20121083).
Consultor y formador de alto impacto.
Especialista en Ventas, Motivación y Coaching&Liderazgo Equipos de Alto Rendimiento (EAR)